Está finalizando el curso y nuestra agencia de cálculo mental, Stranger Numbers 2 está llegando a su cierre. Todavía quedan algunos días de sorpresas y de oportunidades para subir de nivel y por supuesto, para cerrar el último portal que el demogorgon todavía tiene abierto en nuestro particular mundo del revés.
Mientras esto ocurre, mis chicos han recibido su tercer cuaderno de bitácoras. Como ya sabéis este cuaderno consiste en una propuesta de actividades más enfocadas a trabajar el ámbito emocional de mis chicos. Ellos lo ven como un diario en donde escriben cosas de ellos, expresan sentimientos, muestran su visión ante las cosas que les rodean, dan su opinión sobre acontecimientos... y al mismo tiempo al hacerlo, ellos se ven y sienten como más mayores.
Para mí este cuaderno es una nueva oportunidad para saber qué les gusta, qué les incomoda, descubrir más matices de su forma de ser, con quién les gusta pasar su tiempo... En definitiva conocerlos más, para saber cómo funciona su cerebro y sobre todo su corazón.
Tienen dos meses para hacerlo con tranquilidad, bien en casa o bien en clase en los huecos que tienen vacíos.
Stranger Numbers es mi particular proyecto de cálculo mental, que según avanza en narrativa en el curso se ve enriquecido por pequeños complementos, como este cuaderno de bitácora, el cual surge por la necesidad expresa de mis chicos. Tan solo es pararte a observarles, a escucharles e intercambiar impresiones con ellos para saber qué es lo que verdaderamente quieren y necesitan. Esta es la forma en que Stranger Numbers está viva en ellos. Ellos la sienten y me lo hacen saber, ellos aportan sus ideas y me las transmiten, ellos son la esencia de Stranger Numbers y su funcionamiento.
Estoy deseando leer sus respuestas.
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