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Trabajamos la autoestima:

hacemos un pato

Todos los patos son bonitos y necesarios. Todos sentimos los mismos pensamientos negativos.

La mecánica de esta actividad es la siguiente: se le da a cada niño una bolsita con 6 piezas de Lego. Con esa piezas les proponemos que hagan un pato, SU PATO. Según vayan construyendo su pato, tienen que ir escribiendo en una hoja todas las ideas negativas que les vienen, tipo: "los demás lo hacen mejor que yo; mi pato es muy feo; no tengo imaginación..." Después mostramos a los demás nuestro pato y leemos en voz alta los pensamientos negativos que hemos tenido. Verán que todos han sentido lo mismo, han tenido las mismas ideas negativas. Se darán cuenta que los que ellos consideran más creativos o listos han tenido los mismos miedos que el resto. Serán conscientes de que todos son iguales, todos han sentido lo mismo.

Luego les haremos que muestren su pato al resto y que se inventen una pequeña historia sobre él. No hay límites para la imaginación. Puede ser un pato extraterrestre o una nueva especie de pato.

Después de ver cada pato y escuchar su breve historia, dialogaremos toda la clase sobre la importancia de todos y cada uno de los patos. No hay un pato más bonito que otro. Todos los patos son bonitos, cada uno tiene su historia. Todos son importantes, necesarios. Cuanto más patos distintos haya, más riqueza tendremos en clase. 

Trasladaremos esta reflexión: Todos los patos son bonitos, importantes y necesarios al igual que ellos mismos, como personas, y también que les haremos pensar que muchas veces cuando dicen "no sé pintar, no se me da bien redactar..." tan solo es un pensamiento negativo. Todo es cuestión de hacerlo y de intentarlo. 

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